LA MÚSICA, una cuestión ética, casi una cuestión de principios

Es increible como en la música los que se quejan de no recibir sufuciente dinero por sus derechos de autor son los que han vivido y viven de ella. Por no hablar de que a pesar de que la música y el arte en general es un bien de la humanidad del que todos en una medida u otra nos beneficiamos, ésta no tiene ningún valor, es decir, las nuevas generaciones ya no saben lo que es gastarse algo de dinero en cultura, ya que tanto música, como libros o peliculas se descargan de forma gratuita sin tener en cuenta que lo que está pasando es que el arte deja de tener un valor, y teniendo en cuenta que casi todo el mundo consume música, no en cambio estamos dispuestos a pagar por ella, de hecho la única forma de regularizar y de sacar un beneficio por ella son las plataformas digitales, las cuales pagan una autentica miseria por cada reproducción, y solo pagan por las reproducciones de suscriptores mensuales, es decir, solo se contabilizan las reproducciones de quienes pagan 9’99€ al mes por su música en streaming, que a la mayorìa le parece un exceso pagar 10€ al mes por tener a tu alcance un catalogo músical de millones de canciones de grupos y artistas de todo el planeta.

Por otro lado el formato físico a quedado relevado a los nostalgicos, o a quienes todavía no han entrado de lleno en el mundo de internet, o en algunos casos al cariño y el valor que le puedan dar al trabajo de un creador el cual se ha pasado mínimo un año, tal vez más, creando esa obra que en mí caso decidí vender casi a precio de coste, ya que en los 6€ que cuesta el álbum van incluidos los gastos de envío.

Y es que a los artistas no han convertidos en trabajadores sociales a los que la única recompensa que se nos da es la de escucharnos alguna vez de forma gratuita, y con eso debemos sentirnos enormemente satisfechos y agradecidos ademas de recompensados, ya que tranquilamente uno puede decidir no escucharte por multitud de razones.

Por si esto fuera poco, me consta que por ejemplo en mi caso (y en muchos otros) hay tropecientas paginas en las que te puedes descargar todos mis álbumes y todas mis canciones pirateadas, y eso sin yo ser nadie. Paginas que no pagan ningún tipo de importe por derechos de autor ni nada por el estilo.

Es decir regalan tu obra copleta de más de 20 años de trabajo y el autor no puede hacer absolutqmente nada. Y hay que saber también que ese trabajo no cuenta a la hora de cotizar a la seguridad social y por lo tanto tener algún tipo de jubilación en el futuro por ello es impensable.

Y ahora llega el artículo 13, que está pensado para que plataformas como youtube o estas paginas de descarga gratuita paguen derechos de autor por las obras que se muestran ya sea en un vídeo o en un audio, es decir que estas plataformas y paginas que se dedican a regalar la obra de artistas como yo paguen por los derechos de autor. Hasta ahora la ley caía sobre el particular, pero ahora cae sobre la plataforma.

Pues bien, van y todo el mundo se echa las manos a la cabeza porque nadie podrá subir un vídeo o audio o foto que contenga una obra que este sujeta a derechos de autor, de este modo youtubers y gente la cual se estaba forrando hasta ahora a base de introducir en sus vídeos escenas o canciones de artistas a los cuales no pagaban nada, y si en cambio ellos sacaban beneficio economico, a partir de ahora deban pagar unos derechos o no subir ese material a la red.

Esto para casos como la enseñanza o los covers es una noticia nefasta, pero no hay que olvidar que hay casos en los que hay personas que se lucran con la obra de otros, y esos otros no reciben absolutamente nada por ello.

Es como si me pongo un barril de cerveza en la puerta de tu bar y me pongo a ofrecerla gratis, y que la marca de la cerveza me pague por dar publicidad de su producto. O como si de repente ahora el pan se regalara y el oficio de panadero desaparecira. Si cosas así sucedieran veras tu como el dueño del supuesto bar o el gremio de panaderos o lo que fuera harían una buena protesta.

Que en realidad ya ha pasado con el pequeño comecio en relación a los supermercados y grandes superficies, consiguiendo el cierre de muchos comercios que han trabajado día a día durante toda su vida.

Pues bien en la música a pasado aún peor, ya que artistas que han trabajado y trabajan duro no tienen la posibilidad de vivir de su trabajo, teniendo que alegrarse porque cualquier amigo o anonimo comparta su obra en una red social.

De esta forma donde antes comian 100.000 ahora comen 20, pero no porque no se consuma su obra, sino porque es pirateada una y otra vez por esas paginas de las que os he hablado antes.

La única solución que le veo a este asunto es una cuestión de conciencia cultural, una cuestión de ética, y es que le otorguemos un valor al arte, y en consecuencia haya cada vez más gente que pague esos 9’99€ al mes por su consumo de música en la plataforma que más le guste, y muy importante que estas plataformas paguen debidamente a los artistas. Pero esto a quienes se han acostumbrado a consumirla gratis les parece algo desorbitado, pagar 10€ al mes por toda la música que quieras consumir a la mayoría les parece un gasto innecesario, pero en cambio 10€ gastados en un día en 4 o 5 cañas, o en 1 cubata les parece razonable, dejando de esta manera en situaciones de pobreza a grandes artistas.

Y ahora es cuando viene el listo de turno y me comenta lo de hacer más bolos y cobrar la entrada, que si, que eso también, pero es como si le pido al panadero que haga los panes todos los días en directo, que quiero pagar un poco más porque los haga delante mio, y además a una buena hora. Lo se, se que no o es exactamente eso ya que nada tienen que ver un pan con una canción, pero para que se entienda me parece razonable.

Nos parece normal pagar por el tabaco o el alcohol, o la gasolina o un pan, y no en cambio hacerlo por algo que nos acompaña toda nuestra vida y nos aporta infinidad de momentos y sensaciones, ademas de desahogos, subidones y experiencias apasionantes. También la música nos aporta compañía, aliento, vida y felicidad. Y tantas y tantas cosas que nos ofrece, pero en cambio no somos capaces de pagar ni un solo euro por ella.

¡¡LAMENTABLE!!

Por eso es de agradecer muchisimo a ese grupo de personas que han adquirido un ejemplar de mí último álbum RAREZA / RARITY, que aunque casi lo he ofrecido como un regalo a mis oyentes poniendolo a un precio bajisimo, sin duda dan muestra de que valoran y reconocen la labor de uno.

A la vez por mi parte predico con el ejemplo y me pago mis 10€ al mes por mi cuenta de Spotify y compro a quien considero con arte sus obras.

La música se ha convertido en una cuestión ética, casi en una cuestión de principios.