ONE LIFE OF MUSIC || UNA VIDA DE MÚSICA

Entre los muros de las emociones que se desbordan por la incomprensión y la necesidad se atraviesan ciertos estados de gracia en los cuales uno llega a tocar el cielo con la punta de los dedos, no sin haber pasado una temporada en el infierno, y cuando esto sucede es el momento en el que toda lucha cobra sentido a pesar de no ser lo suficientemente reconocida por una masa que prefiere los placeres más comunes proporcionados por la rutina en la que la mayoría desarrolla su bienestar, pero los hay que estamos obligados a romper con todas las cadenas que a veces son de uno y otras del mundo, y la belleza y la provocación se hacen Arte para con los sentidos a flor de piel regalar lo más hermoso y a la vez atroz que pueda uno imaginar. Rara vez esto es comprendido en sú esencia, que no es otra que el palpitar de un corazón que se une a la mente y ésta lo transforma en la diferencia entre el saber, el placer y la ignorancia, cuestiones que a día de hoy muy pocos se atreven a comprobar. Las miradas tibias sólo verán colores grises en los cuales tan sólo se percibe una cierta amargura, pero quienes se atrevan a traspasar el umbral de lo racional sabrán de todos esos colores que hacen que la luz sea la que distingue entre unos y otros. De ese modo, y con algunos estados tanto de euforia, alegría y esperanza, como de rabia, tristeza y desencanto, se crean las obras que no siempre son comprendidas, las cuales una vez dentro te harán sentir experiencias a las que tan sólo se llegan por medio de la música que es capaz de emocionar y transmitir la complejidad que conlleva lo simple y, que a la vez, te puede trasformar por un momento y guiarte a mundos más allá de la cotidianidad. Por eso es que cuesta tanto lograr transmitir al mundo las emociones más humanas que tal vez no se quieran reconocer, de ahí que a veces sea necesario un mínimo esfuerzo en cuanto a la transgresión que supone dejarte al descubierto todas tús inseguridades las cuales sólo están ahí para que logres transformalas en virtud. Nadie nace sintiendo la vida en el más puro directo y mucho menos más allá del bien y del mal que es seguro será cuestionable por muchos. Aún así, todo merece la pena sí se hace con el corazón y la mente abierta.

UNA VIDA DE MÚSICA, una vida entre las dudas y la certeza que finalmente cobran sentido en cuando tú las escuchas.