Los futuros del hoy || Texto para la Banda Sonora de – The End Of The Nuclear Weapons || David Bazo

Será que siempre se luchó en los presentes mientras máquinas del exterminio sacuden la acusada paz. De lugares extraños son la notas de este barco que presiona las distancias de los futuros.

Una música tenue y brillante a la vez que electrizante se desnuda entre melodías de cuerpos calcinados en ese posible caos próximo. Aparente melancolía transformada en puño cerrado que tras los inviernos se dejan atrás tantas y tantas cosas.

David Bazo nos descubre que la acción teje las mareas entre la ilusión y lo que debe ser, sin romper la unidad hacia una tecnología que ya forma parte del ser humano en éste el borde de la extinción

The end is the beginnig supone tomar conciencia de lo terrible y a la vez esperanzador, de los asuntos que realmente merecen la pena ser luchados, dejando a un lado cuestiones de simple divertimento.

Pianos del pasado y guitarras de humilde emoción nos hablan de un futuro mecanizado que llega a sentir su propia devastación por primera vez, sabiendo que un arma jamás pudo contener la voluntad que se defiende y ataca para no caer injustamente, sin dar ni una sola oportunidad a quienes navegan con el piloto automático de la destrucción masiva.

The end is the beginnig es la oportunidad que tras la curva del sombrío camino se esconde la pasión de una humanidad amenazada por la falta de escrupulos.

Son estas notas la fuerza de quien sabe observar.

Siempre fue el arte el que originó al nuevo ser, ese que a pesar de sus miedos supo llegar hasta el mañana, hasta ese final que no es más que el principio, con multiples puertas hacia todos los comienzos posibles, a la armonía de una lucha común.

Habrá que seguir bailando con o sin sombrero, y serán los futuros que ya sabemos los que determinen si mereció la pena luchar contra todos los espejos rotos del cuento. El metal que se dobla con el fuego, el barro que sostiene cada pulso, la mirada que apunta hacia adelante, los pies que harán posible una vida envuelta en la voluntad de construir, ¡de construir!.

La música de David Bazo no es más que la primera flecha de fuego que tal vez entre todos los finales nos descubra los futuros del hoy.