Historia sobre crear a contra reloj y de como sacar chispas al fracaso

Hace dos años me plantearon el reto profesional de crear 11 minutos de música original y adecuada para un vídeo corporativo ha realizar en 15 días. La cosa suena bién pero si lo procesamos cuidado.

El caso es que iba por el día 11 y tenía 11 minutos creados, aunque solo 8 de ellos eran buenos.

No resulta tan sencillo crear música desde la nada a minuto por día. No si tenemos en cuenta que tiene que ser algo que uno considere bueno y sentido y apto para el objetivo  y no un hacer lo que sea por hacer y rellenar. El reto era complejo, 11 minutos de música nueva y que les gustara en 15 días.

Bueno pues aún teniendo casi el reto superado, tenía al día 11, 8 minutos buenos, a falta de 3 minutos ha realizar en 4 días, en ése día 11 de creación a base de buscar, experimentar y en definitiva, crear, a falta de tan solo 4 días para conseguir componer los 3 minutos que me faltaban, me llamaron de la productora y me dijeron que sintiéndolo mucho se echaban para atrás en la historia, con la única explicación de que el jefe de la productora había venido de un viaje en Suiza y que sin ni siquiera escuchar lo que yo había compuesto, el ya traía una idea de que música iba a llevar el vídeo, que por cierto era pa un vídeo corporativo de la empresa ULMA.

La productora era PIXEL (ojo, no PIXAR), y su secretaria se disculpo diciendo que lo sentía mucho y que sabía que era totalmente injusto, ya que ni siquiera me habían dado la oportunidad de presentar mi trabajo en el plazo de los 15 días acordados.

Me iban a pagar 500€, que aunque parezca mucho, es una miseria para 15 días de trabajo metiendo muchas horas al día, en esa búsqueda de la música adecuada a la vez que bajo mi criterio buena para el vídeo que me habían enviado. Hay que tener en cuenta que cuando compones, no todas las horas que metes son productivas, ya que a veces creas algo que posteriormente no te convence y que acabas tirando a la basura, teniendo por ello que volver a empezar desde el silencio, desde la nada. Además no solo eran 500€ por los 15 días trabajando a destajo en los que si o si tienes que encontrar la inspiración, sino que además estás vendiendo, o mejor dicho, te están comprando tu talento, te están comprando tu saber hacer, te están comprando tu originalidad, tu creatividad, tu versatilidad y también tu velocidad creativa y tu criterio, aparte de las horas que puedas llegar a necesitar para lograr el objetivo de 11 minutos de música nueva adecuada y perfecta para el vídeo que te dan en un plazo de 15 días.
Al final se quedo en nada, aunque por lo menos si querían pagarme mi tiempo y darme la mitad de lo acordado, es decir 250€, que como comprenderéis nadie da 250€ por nada, así que sabían perfectamente del curro que me había pegado. A esos 250€ euros yo les añadí 50€ euros más y me encargue de enviarles lo que tenía de música hasta ese día 11 de creación, lo cual los trabajadores me agradecieron, ya que así podían demostrar y dar prueba de  que su decisión de haberme encargado a mí el trabajo no había sido un disparate y se lo podían demostrar con música a su jefe.

Esa fue la última vez que alguien me encargaba una obra o una música para algún proyecto, y la única de las veces que he cobrado algo de pasta por realizar y explotar mi talento.

Visto desde hoy, y después de toda ésta verborrea, la verdad que en parte (quitando el hecho de que ése trabajo podía quizás abrirme alguna puerta para futuros encargos) me salió bastante bien, ya que no solo cobre 300€, cantidad ridícula si eres consciente del esfuerzo y demás, sino que buena parte de lo que había creado para ése encargo, dedicándome a extenderlo y perfeccionarlo, y redirigiendolo hacía algo para un destino bien distinto el cual llevaría mi nombre, lo continué y lo utilicé para que fuera parte del último álbum el cual ya conocéis. Es decir, aquello que compuse por encargo, fue el germen que dio pie para crear un par de los temas que forman JAIO/NACER. Por supuesto explorando más sobre lo creado y dándole un rumbo distinto al que llevaba para el destino de música para un vídeo que en realidad era en definitiva de unos putos andamios mega profesionales.

Sin duda 300€ y lo que llegue a crear una vez rechazado el proyecto fue buena pesca de lo que empezó como un encargo repentino que suponía más que una remuneración económica, un reto con recompensa monetaria y artística a la vez que profesional.

Así, de ésta forma, hasta día de hoy, y habiendo realizado música por encargo ( en casi todos los casos sin cobrar) para unos 4 o 5 cortos de cine, el Vals y aquel anuncio del Hotel Atxaspi, nadie más me ha vuelto a proponer, mucho menos contratar para realizar éste buen arte por encargo.

La música a contra reloj puede resultar un truño, o no, pero sin duda se ve que mi destino musical no ésta en realizar música por dinero, que no me importaría para nada, y si en cambio en realizarla y crearla para expulsar hacía afuera todo lo bueno y lo malo y lo que sea que uno lleva dentro, siendo hasta la fecha un trabajo vocacional, pasional e intelectual más que profesional. Aún habiendo vivido más de 10 años de mí música.

Tengo que decir que como no, estoy abierto a cualquier propuesta profesional que pueda surgir como encargo, pero también decir que ya se me ha pasado casi la época de hacerlo por la cara y que sería bueno que quién tuviera el interés y la intención, tuviera en cuenta que uno pone toallas y sabanas en un hotel, pero que preferiría que me pagaran por un trabajo relacionado por lo que creo mejor se hacer, que es música.

Al tiempo vi el anuncio corporativo de ULMA, que todo hay que decirlo pero salio al mundo casi 4 meses despues de que a mi me rechazaran la historia. Es decir me dieron 15 días pero al que se lo encargaron despues le dieron bastantes más. Para ser honesto la verdad es que no se quien lo termino haciendo pero le quedo bastante bien. Le quedo guapo la verdad.

Y éste es el relato de como algo puede empezar como un reto profesional, pasar a ser una decepción, y terminar con 300€ y un par de temas nuevos para tu propia obra en lugar de para unos putos andamios mega profesionales.